-
By: Miguel Cegarra
-
febrero 5, 2025
Claves para mejorar la concentración y la memoria durante los exámenes
Claves para mejorar la concentración y la memoria durante los exámenes
Hay que reconocerlo… Los exámenes pueden ser estresantes, agobiantes y un montón de adjetivos más y no positivos precisamente. ¡Qué levante la mano a quién no le haya pasado alguna vez que, tras horas y horas de estudio, cuando llega el momento de la verdad no se acuerda de nada! O peor aún, ya en el examen y la mente se queda completamente en blanco. No es cuestión de mala memoria ni de falta de esfuerzo, sino de cómo se prepara el cerebro para rendir al máximo. En época de exámenes, dormir poco, abusar del café y pegarse maratones de estudio puede parecer la mejor estrategia, pero…
El estrés, la falta de descanso y una alimentación inadecuada pueden afectar negativamente a la atención y la retención de información. Afortunadamente, existen estrategias y nutrientes que pueden ayudar a mantener una mente alerta y mejorar el desempeño académico.
En realidad, es la receta perfecta que lleva directamente al desastre. La concentración y la memoria no dependen solo de cuánto se estudia, sino de cómo se cuida el cuerpo y, sobre todo la mente. Mens sana in corpore sano. Desde el descanso hasta la alimentación, pasando por la hidratación, el ejercicio y, por supuesto, algunos aliados naturales como Calment, de Codiet, todo suma para que el cerebro funcione al 100%. Para todos aquellos que quieran exprimir cada minuto de estudio y asegurarse de que la información se queda en la memoria a largo plazo…. Estas son las claves para potenciar la concentración y mejorar el rendimiento en exámenes.
Los mejores trucos y consejos para rendir al máximo en épocas de exámenes
#1. Descanso y gestión del estrés: la base del rendimiento cognitivo
Aunque se crea que apenas hay tiempo y que quedarse hasta las tantas estudiando es la única opción para aprobar los exámenes… Dormir bien es fundamental para consolidar la memoria y mantener la concentración. La recomendación es hacerlo al menos 7-8 horas y con sueño de calidad para aumentar el rendimiento intelectual. No es un lujo ni un capricho, sino una técnica de estudio como cualquier otra. Durante el sueño profundo, el cerebro procesa y almacena la información aprendida durante el día. Funciona como si «archivara» lo estudiado en la memoria a largo plazo, facilitando su recuperación después. Además, técnicas como la respiración profunda, la meditación o el ejercicio físico también pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el enfoque.

#2. Hidratación y su impacto en la función cognitiva
No es ningún secreto. El cerebro, al igual que el resto del cuerpo humano está compuesto en una gran parte de agua. De hecho, más del 75% del cerebro es agua, y cuando no se bebe lo suficiente, las funciones cognitivas se resienten: aparece la fatiga mental, cuesta más concentrarse y la memoria se vuelve menos eficiente y eso sin contar con los dolores de cabeza y las migrañas. No hace falta esperar a tener sed para beber agua. De hecho, esa es la señal de que el cuerpo ya está deshidratado. La recomendación es beber al menos 2 litros al día y no vale de cualquier cosa. No hay que depender solo del café. Sí, la cafeína da un impulso momentáneo, pero en exceso puede generar nerviosismo y provocar un efecto rebote de fatiga mental. Lo mismo sucede con los refrescos causando subidas y bajadas del azúcar en sangre y, por tanto, picos en la concentración.
#3. Alimentación y suplementación: el combustible del cerebro
Dormir, beber y, por supuesto, comer. El cerebro también necesita nutrientes esenciales para funcionar correctamente. No basta con comer “algo rápido” o “cualquier cosa” antes de estudiar; la calidad y la frecuencia de las comidas afectan directamente la concentración, la memoria y el rendimiento mental. Mejor cinco comidas y ligeras que tres grandes. Así se mantienen estables los niveles de glucosa en sangre, evitando los bajones de energía. Los snacks y los ultra procesados solo harán que el cerebro trabaje más lento. Por eso, incorporar ciertos ingredientes en la dieta o a través de suplementos como Calment de Codiet puede marcar la diferencia:
- Huevos, legumbres, frutos secos y plátanos: ricos en vitaminas del grupo B esenciales para la producción de energía cerebral y el mantenimiento de las funciones cognitivas.
- Pescados grasos como salmón, semillas de chía, nueces y aguacate: con alto contenido en Omega-3 que favorece la comunicación neuronal y ayuda a mejorar la memoria.
- Carnes magras, huevos, almendras y productos lácteos en lo que hay presentes grandes cantidades de L-Tirosina, un aminoácido esencial para la producción de dopamina y noradrenalina, neurotransmisores que mejoran el estado de alerta y la motivación.
- Frutas del bosque, cacao puro, té verde y cúrcuma: con antioxidantes que protegen las neuronas del estrés y del daño oxidativo y favorecen la memoria a largo plazo.
- Y, por supuesto, Rhodiola rosea, una planta adaptógena que ayuda a combatir la fatiga mental, mejorar la resistencia al estrés y potenciar la claridad. Ideal para momentos de alta demanda intelectual, como los exámenes.
#4. Organización y técnicas de estudio efectivas
Y a pesar de todo lo anterior de nada sirve si no se aplican técnicas de estudio efectivas. Tampoco se trata de echarle horas y horas o hincar los codos… hay que ir un paso más allá. Cada uno tiene sus trucos y métodos, pero hay algunos que están más extendidos que otros. Por ejemplo, la técnica podomoro que nada tiene que ver con comer tomates. Consiste en estudiar en intervalos de 25 o 30 minutos con descansos breves que mejora la retención de la información. Los resúmenes, esquemas y mapas mentales también funcionan. Nunca pasan de moda porque facilitan la comprensión y la memoria visuales. En cualquier caso, sea cuál sea la técnica de estudio que se emplee, hay algo que siempre funciona: evitar las distracciones con espacios de trabajo libres de ruido y bien iluminados que favorecen la concentración. ¡Adiós móviles!

#5. Importancia del ejercicio físico
Cuando pensamos en mejorar la concentración y la memoria, solemos enfocarnos en técnicas de estudio, alimentación o suplementos… pero el ejercicio físico es un factor clave que a menudo se pasa por alto. Estudiar puede llegar a doler, y mucho, al estar inmóvil durante bastante tiempo en la misma postura. No solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el rendimiento cerebral, ayudando a procesar la información más rápido, reducir el estrés y mantener la mente enfocada. Además, aumenta la oxigenación cerebral y, por tanto, el flujo sanguíneo a este órgano; reduce el estrés y la ansiedad, se liberan endorfinas que reducen el cortisol; mejora la memoria a largo plazo y ayuda a combatir la fatiga mental. Eso sí, no es que haga falta pasar horas y horas en el gimnasio. 10 o 15 minutos de caminata, estiramientos y ejercicios de yoga, pueden ser suficientes.
Apoyo natural para potenciar la memoria y la concentración
Descanso para la gestión del estrés, alimentación para proporcionar nutrientes al cerebro, hidratación para evitar la fatiga mental, ejercicio para oxigenarse, aplicación de técnicas de estudio efectivas… y a pesar de todo, a veces puede dar la sensación de que la mente no rinde al 100%. Algo falla y no termina de estar bien. El estrés, la fatiga mental y la sobrecarga de información pueden hacer que cueste concentrarse o recordar lo estudiado. En estos casos, los complementos naturales como Calment de Codiet pueden ser un gran aliado para optimizar el rendimiento cognitivo. Mejora la memoria, la concentración y la resistencia al estrés de forma natural mediante una exclusiva fórmula que combina una selección de ingredientes como
- Rhodiola Rosea: claridad mental y resistencia al estrés al reducir los niveles de cortisol, la hormona que lo provoca, evitando el agotamiento mental. Además, mejora la atención y el procesamiento de información. Ideal para largas sesiones de estudio. Ya que aumenta la energía sin causar nerviosismo a diferencia de la cafeína.
- L-Tirosina: el aminoácido de la concentración y el enfoque: Fundamental para la producción de dopamina y noradrenalina, neurotransmisores claves para la memoria, la atención y la motivación. También mejora la concentración, aumenta la resistencia mental evitando el bloqueo y favorece la toma de decisiones rápida.
- Vitaminas del grupo B: energía para el cerebro: Tampoco es ningún secreto… Las vitaminas B1, B2, B3, B6 y B12 juegan un papel crucial en el metabolismo energético y la función neuronal. Sin ellas, el cerebro no trabaja con la misma eficiencia: favorecen la producción de energía cerebral, reduciendo la fatiga mental, mejoran la comunicación entre neuronas y ayudan a mantener el sistema nervioso en equilibrio.

¿Cómo incluir Calment en la rutina de estudio?
Para potenciar la concentración y la memoria en época de exámenes, es importante no solo aplicar buenas técnicas de estudio, sino también asegurarse de que el cerebro recibe los nutrientes adecuados. Calment, gracias a su combinación de Rhodiola, L-Tirosina y vitaminas B, ayuda a mantener la mente despierta, combatir la fatiga mental y reducir el estrés. Pero, ¿cómo incorporarlo de manera efectiva en el día a día?
- Toma una cápsula por la mañana y otra por la noche, para mantener un nivel de concentración estable a lo largo del día.
- Si necesitas mejorar el sueño, toma una cápsula 30 minutos antes de acostarte, favoreciendo un descanso reparador.
- Para evitar el agotamiento en exámenes, úsalo de forma regular durante todo el periodo de estudio, asegurando que tu cerebro esté en las mejores condiciones para rendir al máximo.
Preparar la mente también es parte del éxito. Con una buena planificación y el apoyo adecuado, estudiar será mucho más eficiente y llevadero.
Leave a comment